Mis suegros tienen un terreno en Tarragona con almendros y olivos, y en septiembre siempre vamos para recoger las almendras. Hace unas semanas que estuvimos y cuando terminamos la faena nos fuimos a dar un paseo cesto en mano. No nos esperábamos encontrar mucho, pero acabamos con el cesto lleno de higos y dulces moras. Con tanta cantidad pudimos hacer mermelada casera que regalamos a amigos y familia.
Nos encanta desayunar tranquilamente el fin de semana y disfrutar de una mermelada hecha por nosotros.
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